NUESTRO IMPACTO

¡Disfruta de algunas de nuestras historias de éxito 2023!

Sedona y sus hijos huyeron de una situación de violencia doméstica y se fueron a vivir con una familia.
Pero en la casa vivían doce personas y no había calefacción.
Tenían frío y no tenían adónde ir.
Nos pidieron ayuda y trasladamos a Sedona y a sus dos hijos pequeños a nuestro refugio de emergencia.
Sedona trabajaba seis días a la semana en un restaurante local.
Sus hijos pudieron permanecer en su escuela de Avon, Sedona pudo conservar su trabajo y, en colaboración con un casero local, ¡firmamos el contrato de alquiler de su nueva casa en Plainfield!
Están seguros y calentitos y ahora tienen un alquiler asequible.
Muchas gracias a todos los que pasasteis tiempo con Sedona y sus pequeños, le llevasteis comida caliente y la animasteis.

Jorge, Mery, Rorianny (14) y Ramsés (13) vivían en Venezuela y les iba muy bien.
Jorge jugaba allí al fútbol profesional y la vida era buena.
Pero la economía en Venezuela acabó volviéndose inestable y se hizo muy difícil encontrar empleo, con una paga media de 10 dólares al mes si tenías suerte de encontrar trabajo.
Por ello, Jorge se fue a Chile para trabajar y enviar dinero a su familia.
Pero las cosas se pusieron peligrosas para Jorge en Chile cuando la violencia y los ataques incendiarios empezaron a aumentar drásticamente.
Jorge sabía que tenía una familia con la que volver, así que regresó con ellos a Venezuela.
Al poco tiempo, la escasez de alimentos en Venezuela obligó a esta madre y a este padre a enfrentarse a la difícil decisión de quedarse en un lugar donde apenas podían alimentar a sus hijos o emprender el peligroso viaje a Estados Unidos.

Decidieron arriesgarse por una vida mejor en América.
El viaje fue duro.
Mucho caminar, viajar en autobús, más caminar, coger cualquier transporte que pudieran, todos los transportes hacia el destino de sus sueños, América, donde habría suficiente comida y asistencia sanitaria para sus hijos.
El viaje total hasta la frontera entre México y EEUU duró 2,5 meses.

Tras cruzar la frontera, la familia se dirigió a Michigan.
Pero poco después de llegar a Michigan, Jorge sufrió un ataque al corazón.
Esto fue sorprendente y devastador para esta familia.
Jorge pensaba que gozaba de una salud perfecta, pero como en Venezuela es tan difícil recibir atención médica, no tenía ni idea de que padecía una enfermedad cardiaca.
Si el infarto hubiera ocurrido un par de semanas antes, durante su viaje a la frontera, Jorge habría muerto.

Tras alojarse con una familia durante dos meses en Michigan, les pidieron que se marcharan, así que vinieron a Avon, donde tenían amigos que les dejaron dormir en el suelo durante un tiempo, pero necesitaban mucha más ayuda, así que se pusieron en contacto con Promesa Familiar. Trasladamos a esta dulce familia a nuestro refugio de emergencia y nos pusimos en contacto con las Escuelas Avon para que los niños pudieran mantener la estabilidad de la escuela que amaban. ¡A Rorianny y Ramses les ENCANTA la Escuela Media Avon y están prosperando! Jorge y Mery valoran la educación por encima de todo y se están asegurando de aprovechar esta oportunidad para que sus hijos reciban educación en uno de los mejores sistemas escolares del país. Avon Schools también ofrece programas de aprendizaje de inglés, ¡y el inglés de los niños mejora cada día! Estamos muy agradecidos a las cariñosas personas de las Escuelas Avon y de todas las escuelas de nuestro condado, que van más allá para ayudar a todas las familias con las que trabajamos. ¡Nuestra misión no tendría éxito sin ellos!

Esta familia trabajó muy duro mientras estuvo en nuestro refugio y estaba ansiosa por tener su propio hogar. ¡Pudimos asociarnos con un fenomenal casero privado de Plainfield llamado Rick Lee y accedió a alquilar la casa más adorable de Plainfield a esta familia! ¡Ojalá tuviéramos un vídeo de los niños cuando vieron su nueva casa! Corrían de habitación en habitación abriendo todas las puertas y preguntando si podían jugar fuera, en el patio trasero. Les dijimos que por supuesto, ¡ahora es vuestro jardín!

Estas historias de supervivencia, amor y superación, son por lo que vivimos aquí en Promesa Familiar. Egoístamente, queríamos tener a esta familia en nuestro refugio para siempre porque llegamos a quererles mucho. Pero ahora están a sólo dos minutos en coche de nosotros, así que podremos seguir en estrecho contacto con ellos.

Muchas gracias a todos los voluntarios que llegaron a conocer a esta familia durante los meses que permanecieron con nosotros. Y gracias a todos los que trajisteis a vuestros hijos que tienen más o menos la edad de sus hijos, para haceros amigos de ellos. Puede dar miedo ser tan joven y estar en un país con costumbres e idioma diferentes, ¡pero tus hijos sacaron sus teléfonos y se comunicaron con ellos en su idioma y les hicieron sentirse tan aceptados! Gracias por ello.